Bitcoin y Ethereum están mostrando una estabilidad impresionante, comportándose como activos maduros que digieren cuidadosamente la decisión de la Fed. Mientras tanto, BNB actúa como si acabara de beber una caja de Red Bull y descubriera el trading con apalancamiento por primera vez. Esta bifurcación del mercado es hermosa. Un lado para las instituciones, el otro para aquellos que encuentran los rendimientos anuales de tres dígitos un poco lentos.