La Estrategia de Seguridad Nacional de Trump identifica muchos objetivos loables (aunque también obvios). Pero su evaluación de las amenazas y las estrategias para abordarlas son erróneas. Primero, el "Hemisferio Occidental" no es la principal amenaza para la seguridad nacional de EE. UU. China y Rusia lo son. Este diagnóstico erróneo es un error estratégico. En segundo lugar, para hacer frente a China y Rusia, EE. UU. necesita aliados, incluidos en Europa. Reprender a nuestros aliados democráticos en Europa --acusándolos de erosionar la democracia cuando nosotros estamos liderando en esa carrera-- no avanza los intereses de seguridad de EE. UU. Error estratégico. En tercer lugar, en nuestra nueva era de competencia entre grandes potencias, nuestros ideales --democracia, libertad, libertad-- siguen siendo una de nuestras mayores ventajas sobre la China y Rusia autocráticas, como lo fueron durante la Guerra Fría. Sin embargo, esta NSS no menciona y, por lo tanto, no propone ninguna estrategia para promover estas ideas. Error estratégico.