Siempre lleva contigo la actitud de que tu vida importa. Porque así es. Mantente erguido. Camina con confianza. Haz contacto visual. Cuida de tu cuerpo. Esté presente. Piensa de manera independiente. Escucha antes de hablar. Apuesta por ti mismo. Si haces eso, el mundo comenzará a adaptarse a tu voluntad.