Una de las cosas más contraintuitivas que he aprendido sobre la inversión es que el análisis técnico no importa más allá de entender que algo no está violando las leyes de la física. Para cualquier problema técnico terminal difícil, un % de ingenieros estará a favor y en contra de si el diseño es óptimo. El trabajo del inversor es entender las limitaciones del negocio (por ejemplo, capex, compensaciones en la producción del producto, etc.) y apostar en consecuencia.