Puede ser tentador tener empatía por nuestros enemigos, pero necesitamos ser fuertes. Los amamos diciéndoles la verdad sobre lo que están haciendo, orando por su conversión y actuando para poner fin a su comportamiento destructivo. Ellos están aquí para violar, saquear y destruir todo y a todos los que amas. Tienes que aceptar y entender esta realidad y endurecer tu corazón.
Somos buenas personas con buenos corazones. Ellos lo saben y se aprovechan de ello. Somos demasiado blandos. Es hora de endurecerse.
189