En muchas cadenas públicas, hacer una transferencia equivale a entregar todo tu historial financiero a la otra parte: cuánto saldo tienes, de dónde proviene el dinero, a dónde lo has gastado antes, el receptor puede averiguarlo todo con solo una consulta. El problema radica en el diseño, que por defecto considera la dirección como identidad; el pago nunca es solo un pago, sino que conlleva un montón de información privada. Pero en Beldex, esto no sucederá en absoluto. La razón es muy simple: Beldex niega desde su base la premisa de que dirección = identidad, y cada transferencia se protege de esta manera: • El remitente utiliza firmas en anillo ocultándose entre varios inputs candidatos, por lo que la otra parte no puede distinguir quién es el verdadero. • El receptor utiliza una dirección secreta de un solo uso cada vez, por lo que no hay forma de relacionar las direcciones entre sí. • La cantidad se cifra mediante RingCT + Bulletproof++, validando solo la efectividad de la transacción, sin que nadie pueda ver los números específicos. Esto no se basa en mezcladores para confundir, ni se le entrega la confianza a un intermediario. La privacidad de Beldex está presente por defecto; el pago es solo un pago, sin información adicional. Lo más impresionante es que no solo oculta la transacción en sí, sino que también protege la identidad, la comunicación y la capa de red, evitando que los metadatos sean reconstruidos en otros lugares. #KaitoYap @KaitoAI #Yap @beldexcoin $BDX #Beldex