Llevo 25 años yendo a ventas de bienes y tiendas de segunda mano. Han mejorado notablemente durante ese tiempo: puedes encontrar piezas increíbles por centavos de dólar sin tener que buscar demasiado. La razón de esto siempre me entristece un poco. Muere una persona mayor, alguien que se enorgullecía mucho de su gusto y sus colecciones, y sus hijos eligen vender toda la casa lo más rápido posible para no tener que lidiar con eso. El mobiliario. El arte. La porcelana. Las cosas raras que hacían de una casa un hogar. Nada de eso habla de los gustos modernos, por lo que se deja de lado con bastante rapidez. Tienes que llegar bastante temprano a estos lugares para obtener las cosas increíbles antes de que los dueños de las tiendas de antigüedades las recojan, pero puedes encontrar verdaderos tesoros. Todo porque un niño de mediana edad no tiene tiempo para ordenar la vida de sus padres.