Los desafíos demográficos en Estados Unidos están aumentando: El número de familias estadounidenses con niños menores de 18 años ha bajado a 33 millones, el número más bajo desde 1993. Esta cifra ha disminuido en ~3 millones desde 2008, a pesar de que la población de EE. UU. aumentó en 36 millones de personas. Esto supone un cambio respecto al auge demográfico posterior a la Segunda Guerra Mundial, cuando la formación familiar estaba en aumento. La disminución de las tasas de natalidad y el envejecimiento de la población están impulsando esta tendencia. Con el tiempo, esto puede ejercer presión sobre el crecimiento de la fuerza laboral, la expansión económica y el gasto en programas sociales. Estados Unidos podría enfrentarse pronto a una crisis demográfica.