En el pasado reciente, los bioeticistas y el público en general estaban en contra de la FIV Querían que se prohibiera, y muchos lugares sí tenían prohibiciones. El primer nacimiento por FIV en EE. UU. tuvo que realizarse a través de las fronteras estatales porque Massachusetts prohibió la FIV Pero, afortunadamente, no fue completamente prohibida. Ahora la mayoría la acepta:

La respuesta del público e incluso de los expertos cuando quieren que se prohíba algo no debería ser simplemente hacer lo que dicen. El público quiere prohibir un montón de cosas buenas o neutrales, y si les dejas hacer lo que quieren, crearían un estado totalitario de la noche a la mañana.

Muchos de los prohibiciones están bien—no queremos esclavitud, por ejemplo—pero se necesita mucha consideración para promulgar una prohibición. Una de las cosas clave a tener en cuenta es si una prohibición es incluso rigurosamente aplicable, es decir, si se puede hacer de manera integral y justa.

Esto lo ves en Gran Bretaña todo el tiempo ahora. Han prohibido un montón de cosas, pero incluso cuando la aplicación rigurosa es posible, parecen hacerlo de manera selectiva, eligiendo hacer cosas como encarcelar a personas por declaraciones anodinas en redes sociales, mientras que dejan a otros sin castigo.

Solo puedes esperar que la gente se dé cuenta de lo que están haciendo con las prohibiciones antes de que vayan demasiado lejos, antes de que la sobre-regulación de cada pequeño detalle haya finalmente reducido todas las libertades que la gente disfruta. La sobre-regulación comienza con cosas pequeñas y termina con vivir en la pobreza.