Una de las cosas más irritantes del planeta es cuando la gente de matemáticas o tecnología intenta razonar sobre la sociedad o la cultura y muy a menudo recurren a la lógica de demostraciones. es decir, buscan un único contraejemplo y lo tratan como jaque mate. "¡Oh, yo lo hago diferente, así que esto debe ser falso!" Esa medida es claramente válida en matemáticas, pero es catastrófica en la cultura. La sociedad, la antropología y los sistemas humanos no colapsan bajo una excepción. Son probabilísticas, impulsadas por incentivos y dependen del camino. Un contraejemplo no refuta un patrón... A menudo confirma la fuerza del patrón mostrando cuán rara, costosa o performativa debe ser la excepción. La cultura es una distribución, no una prueba.