Cuando consideras que el indicador de inflación preferido por la Fed no solo está cerca del 3%, sino que también está comenzando a subir, esta reducción de tasas fue más que un cambio de política: fue una declaración. Esto ya no es política monetaria; es una necesidad fiscal. El último mandato no declarado de la Fed es aliviar la carga de la deuda del gobierno. Para ser claros, esto no se entiende como una crítica a los responsables de la política; no estoy seguro de que tengan muchas opciones en este momento. La verdadera historia aquí es el dólar estadounidense: Por débil que parezca, el DXY se encuentra en un nivel de soporte de 14 años que, en mi opinión, parece listo para romperse. El dólar ancla los activos globales, y en una base de 10 años, ya se podría argumentar que ha comenzado a desmoronarse. Eso probablemente sea el comienzo de una tendencia secular. Mis 2 centavos: Espero que las acciones de mercados emergentes, la deuda de mercados emergentes y los mineros de oro —todas operaciones apalancadas en un dólar bajista— sigan atrayendo capital, en mi opinión.